No entendía el porqué aquellos seres incapaces de volar se empeñaban en acabar con sus congéneres. Aunque tampoco entendía cómo era posible que, siendo tan notoriamente inferiores, los de su especie no se hubieran sublevado ya.
Si lo miraba bien, la única cuestión en la que los humanos eran superiores a ellas era en la duración de sus vidas. Unas vidas que seguramente serían anodinas como las de las plantas, lentas y leves. Sin embargo, las moscas vivían menos, pero de manera mucho más intensa.
Esa era, posiblemente, la explicación. Sus vidas eran tan cortas y las vivían con tanta intensidad que no se molestaban en perder el tiempo con esa molesta plaga.
Si lo miraba bien, la única cuestión en la que los humanos eran superiores a ellas era en la duración de sus vidas. Unas vidas que seguramente serían anodinas como las de las plantas, lentas y leves. Sin embargo, las moscas vivían menos, pero de manera mucho más intensa.
Esa era, posiblemente, la explicación. Sus vidas eran tan cortas y las vivían con tanta intensidad que no se molestaban en perder el tiempo con esa molesta plaga.
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