Ella quiso ser él, quiso tener su poder. Y él, enamorado y ciego, fue un instrumento en sus manos. Por ella construyó la nueva capital. Por ella, Atón sustituyó al viejo Amón en el panteón oficial del reino. Por ella, la familia real fue asimilada a la divina. Por ella se erigieron templos y su nombre apareció en las estelas junto al del faraón.
Pero, mientras Akenatón soñaba con disfrutar de su amor, ella trataba con los sacerdotes de Amón la vuelta de los antiguos dioses, a cambio de ser ella misma la única reina, el único rey.
Así que mientras el viejo faraón moría con el corazón destrozado, Smenjare subía al trono, olvidando que una vez se llamó Nefertiti.
Pero, mientras Akenatón soñaba con disfrutar de su amor, ella trataba con los sacerdotes de Amón la vuelta de los antiguos dioses, a cambio de ser ella misma la única reina, el único rey.
Así que mientras el viejo faraón moría con el corazón destrozado, Smenjare subía al trono, olvidando que una vez se llamó Nefertiti.
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