En los últimos tiempos su cara ya no salía mucho en la televisión. El pequeño ya no decía que su padre era famoso y hacía un par de meses que su editor no le llamaba para darle la brasa. Comenzaba a nuevamente a ser nadie, y se daba cuenta.
La crisis, su crisis, había comenzado cuando su padre le comentó algo tan obvio como inadvertido. "Tus personajes tienen tendencia a suicidarse". "Es más literaria la tragedia que la comedia", improvisó a modo de excusa. Pero lo cierto es que desde entonces andaba buscando un final feliz para su historia.
Y a fuerza de no encontrarlo, sus pensamientos comenzaban a rondar la idea de una incapacidad genética para el optimismo. Así que poco a poco fue afianzándose el plan de acabar como lo haría cualquiera de sus personajes.
La crisis, su crisis, había comenzado cuando su padre le comentó algo tan obvio como inadvertido. "Tus personajes tienen tendencia a suicidarse". "Es más literaria la tragedia que la comedia", improvisó a modo de excusa. Pero lo cierto es que desde entonces andaba buscando un final feliz para su historia.
Y a fuerza de no encontrarlo, sus pensamientos comenzaban a rondar la idea de una incapacidad genética para el optimismo. Así que poco a poco fue afianzándose el plan de acabar como lo haría cualquiera de sus personajes.
Comentarios