Yo he imaginado la mejor novela de la historia y, luego, la he olvidado. Cada noche, antes de que el sueño me alcance, vienen a mi mente historias de todo tipo: desgarradas tragedias amorosas, hilarantes comedias o terroríficos relatos psicológicos. Todas ellas las percibo como una película en alta definición con signos de puntuación.
Desgraciadamente, el sueño provoca un efecto similar al de una explosión nuclear. Alrededor del punto de impacto no queda nada vivo, salvo el recuerdo adormecido de una buena historia, desaparecida entre las brumas que la noche teje en torno a mi memoria.
Desgraciadamente, el sueño provoca un efecto similar al de una explosión nuclear. Alrededor del punto de impacto no queda nada vivo, salvo el recuerdo adormecido de una buena historia, desaparecida entre las brumas que la noche teje en torno a mi memoria.
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