Puso buena cara. No hay problema, se dijo. Ella estaba entusiasmada con la visita. Un viejo amigo de la facultad, dijo.
Pero era algo más, se reprochó. Mucho más que un viejo amigo. ¿Te acuerdas aquella vez que pensamos que estabas emarazada? Preguntó en mitad de la cena. Entonces lo supo. Ese bastardo la había amado, y a tenor de la intencionalidad de la pregunta, lo seguía haciendo.
Y en la mirada de ella adivinó que desde siempre había sido su peor rival y que le había ganado la partida muchos años antes.
Pero era algo más, se reprochó. Mucho más que un viejo amigo. ¿Te acuerdas aquella vez que pensamos que estabas emarazada? Preguntó en mitad de la cena. Entonces lo supo. Ese bastardo la había amado, y a tenor de la intencionalidad de la pregunta, lo seguía haciendo.
Y en la mirada de ella adivinó que desde siempre había sido su peor rival y que le había ganado la partida muchos años antes.
Comentarios