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El hilo

Érase una vez, en un reino muy lejano y tan pequeño que no tenía lugar ni en los mapas más grandes, una hilandera que era capaz de tejer los sueños de las personas.

En su rueca de madera y con un hilo finísimo hecho de la materia misma de las esperanzas esquivas de los hombres, tejía incansablemente noche y día un enorme lienzo donde habitaban quimeras, dragones, unicornios, gigantes, triunfos, amores correspondidos y anhelos secretos.

La hilandera llevaba siglos tejiendo y el "runrún" infinito de la rueca era su única compañía. Pero un día, en un impulso inesperado, cortó el hilo. Y hasta el más poderoso de los hombres sintió que algo dentro de sí se había vuelto gris para siempre jamás.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Eres muy poético doc,pero con tintes bastante meláncólicos, leo tus relatos y te debates entre una añoranza que parece trascender -o lo intenta pero no la dejas- y un aluvión de datos...mmmmmm..pero el gris es una mezcla de negro y blanco...el negro es la mezcla de todos los colores...espero relatos tuyos que desenreden los hilos de cada color en tu alma ..y la hilandera...¡QUE SE VAYA AL CARAJO¡¡¡¡¡¡¡¡XDXDXDXDXD

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