– Hace tiempo que me he dado cuenta. Tus caricias recorren mis brazos buscando unos volúmenes que yo no tengo, suspiras a menudo y me miras como sintiendo lástima. No lo niegues, estás enamorada de otro, y cualquier excusa que busques sólo añadirá más dolor a mi herida. ¿Creías que no iba a notarlo? ¿Tan ciego me crees? Cuando hacemos el amor tu boca dice mi nombre, pero tus ojos rehuyen los míos... Y eso duele.
– Es cierto; pero no de la forma que tú supones. He recordado al hombre que me enamoró hace 20 años, y he vuelto a soñar con sus brazos fuertes, con su mirada intensa y su capacidad de sorprenderme. Y me he dado cuenta de que ese hombre hace mucho que murió...
– Tú también has cambiado...
–Pero mis sentimientos no.
– Es cierto; pero no de la forma que tú supones. He recordado al hombre que me enamoró hace 20 años, y he vuelto a soñar con sus brazos fuertes, con su mirada intensa y su capacidad de sorprenderme. Y me he dado cuenta de que ese hombre hace mucho que murió...
– Tú también has cambiado...
–Pero mis sentimientos no.
Comentarios