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En 1982 el futuro quedaba lejos

En 1982 el futuro quedaba aún muy lejos. Éramos niños que comenzaban a convertirse en hombres y que se lanzaban a poseer un mundo que los adultos ya no comprendían. Éramos los futuros reyes del Universo. Aquel año, que realmente comenzó en Mallorca y con la resaca de un Mundial en España, fue también el de los primeros cigarrillos, el de los primeros besos a escondidas y el del primer corazón roto. Supuso el cambio definitivo. Dejamos atrás las voces infantiles y comenzamos a abandonar en la cuneta de las drogas y del SIDA a muchos de nuestros amigos. Entonces no lo sabíamos, porque el futuro quedaba lejos y morirse no era una opción, pero en 1982 cruzamos la frontera entre el mundo de los niños y el bronco devenir de la realidad.

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