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La revolución China

Para él la auténtica revolución fue el comienzo de los descubrimientos chinos. Fue en ese país en el que apareció la confirmación de los dinosaurios emplumados. Fue en China y en sus pequeños dinos donde primero se vió la conversión en aves. Por eso había luchado tanto para llegar a excavar allí. Su sueño era sencillo, tan solo un nombre. La especie era lo de menos, lo importante es que llevaría su apellido y quedaría inmortalizado en ese otro registro fósil que es el de los nombres científicos de los animales. Aquella especie de paloma pequeña, de plumas grises, un arcaico pico y sin apenas dientes podía ser su entrada a la eternidad. Ya no sentaría las bases de un nuevo pardigma, pero había obtenido su botin de guerra en aquella revolución incruenta.

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