Buscó entre las novelas del estante. Estaba seguro de haberlo leído antes, no recordaba exactamente cuándo. Las baldas sobrecargadas crujían cada vez que alguno de los volúmenes las abandonaba o volvía a ser depositado en ellas.
Desde los titulares de la primera página el diario gritaba al mundo el derrumbe de la Unión Soviética. Jesús seguía buscando, mirando apenas el título de cada libro. Pero pronto se vonvenció que ninguno de sus tesoros narraba la hecatombe del régimen comunista más poderoso del planeta. Así que se rindió.
Mientras, en lo más profundo de una de las cajas del trastero, un viejo relato escolar sonreía de orgullo a pesar del suspenso en rojo y la nota manuscrita de Don Jesús: esto es ciencia ficción, no realismo social.
Desde los titulares de la primera página el diario gritaba al mundo el derrumbe de la Unión Soviética. Jesús seguía buscando, mirando apenas el título de cada libro. Pero pronto se vonvenció que ninguno de sus tesoros narraba la hecatombe del régimen comunista más poderoso del planeta. Así que se rindió.
Mientras, en lo más profundo de una de las cajas del trastero, un viejo relato escolar sonreía de orgullo a pesar del suspenso en rojo y la nota manuscrita de Don Jesús: esto es ciencia ficción, no realismo social.
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