El ramo de rosas le aguardaba sobre la mesa. Aunque no le gustaban estas cosas, en el fondo las esperaba cada año, y ya comenzaba a pensar que él se habría olvidado. Incluso llegó a ensayar mentalmente algunos reproches airados.
Hasta que los rojos pétalos de la flor símbolo le gritaron desde el otro lado del pasillo. Quiso ocultar su sonrisa, pero el joven observador al que machacaba a diario para hacerle aprender, captó el leve gesto en la comisura de sus labios, y pensó que su jefa, después de todo, también tenía corazón.
Hasta que los rojos pétalos de la flor símbolo le gritaron desde el otro lado del pasillo. Quiso ocultar su sonrisa, pero el joven observador al que machacaba a diario para hacerle aprender, captó el leve gesto en la comisura de sus labios, y pensó que su jefa, después de todo, también tenía corazón.
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