Noche Buena. En medio del ajetreo, mientras un señor cada día más viejo aparece en la tele, observo a todos moverse entrando y saliendo de la cocina. Las voces se mezclan en una algarabía incomprensible y los niños corretean nerviosos alrededor.
Es Noche Buena y nuevamente asisto a las mismas escenas de siempre: un niño choca contra la mesa y rompe una jarra. Por una décima de segundo se escucha sólo el silencio.
Es Noche Buena y nuevamente asisto a las mismas escenas de siempre: un niño choca contra la mesa y rompe una jarra. Por una décima de segundo se escucha sólo el silencio.
Comentarios