Le he visto soltar una lágrima. Y no ha hecho falta que me dijera el diagnóstico. Desde que miró por segunda vez la imagen en el panel de luz lo supo. Y luego lo supe yo, al verlo reflejado en la gota de sal que resbalaba hacia el suelo.
No me decía te estás muriendo, me decía adiós. No entendí el plazo, daba igual, era corto.
Ahora estoy aquí sentado, ante la primera página de esa novela que he comenzado a escribir cada año. Aunque hoy no es como las otras veces. Esta es la última vez que comienzo: "Le vio soltar una lágrima."
No me decía te estás muriendo, me decía adiós. No entendí el plazo, daba igual, era corto.
Ahora estoy aquí sentado, ante la primera página de esa novela que he comenzado a escribir cada año. Aunque hoy no es como las otras veces. Esta es la última vez que comienzo: "Le vio soltar una lágrima."
Comentarios